Hay bebés que cuando tienen dos semanas de vida empiezan a llorar durante horas, y no es porque tengan sueño o hambre. ¡Cuánta impotencia ver a tu pequeño sin parar de llorar y no saber por qué! Es entonces cuando nos imaginamos que puede tener algo grave, nos agobiamos y se lo transmitimos, el bebé percibe esa angustia y aún llora más. Tranquilos, lo más normal es que sólo se trate de un cólico, un cuadro médico que se da en 1 de cada 5 bebés. Importante: Desaparecen a partir del cuarto mes, así que paciencia. Hoy te contamos unos cuantos consejos para aliviar los cólicos del bebé.
¿Qué son exactamente los cólicos del lactante?
Son contracciones dolorosas que aparecen en el abdomen del bebé durante los tres primeros meses de edad. Duran entre dos y tres horas que se repiten al menos tres veces a la semana. ¿Y cuánto dura un episodio? No es una ciencia exacta pero aproximadamente empiezan a media tarde, y hasta la noche no desaparecen. Y la pregunta del millón, ¿cuándo desaparecen para siempre? Pues a partir del tercer mes. Así que lo más recomendable es tranquilizarnos, ser pacientes y aplicar unos cuantos consejos fáciles para poder llevarlo, tanto nuestro peque como nosotros, lo mejor posible.
¿Por qué aparecen los cólicos en el bebé?
Gases, intolerancias varias, temperamento, la ansiedad de los padres, mala digestión de los alimentos, enfermedades de reflujo… hay muchas teorías pero cada bebé es un mundo.
¿Cómo podemos saber que nuestro bebé tiene cólicos?
Nos fijaremos en que nuestro bebé se despierta fácilmente, está nervioso, le cuesta coger el sueño, aunque el síntoma más destacable es que puede estar varias horas llorando sin parar, cerrando los puños con fuerza. Es posible que las técnicas que usamos para tranquilizarlo normalmente, cuando aparece el cólico no surtan efecto. A nuestro peque le cuesta tirar tanto gases como heces. Y si le tocas el vientre lo notarás más duro de lo normal. No obstante, acude a tu pediatra para asegurarte al 100%.
Consejos para aliviar los cólicos del bebé
Tranquilidad. El bebé estará tan sensible que, aunque verlo así nos cause preocupación y nerviosismo, debemos transmitirle seguridad y tranquilidad, si el bebé percibe lo contrario los síntomas el llanto puede alargarse e intensificarse aún más.
Busca tu técnica. Hacer que se sientan protegidos con una manta, quitarles ropa para que se sientan más ligeros… cada uno es un mundo y tienes que ser tú el que pruebe hasta dar con la mejor opción. Sólo tienes que observar, prueba con:
Un paseo con el cochecito, los balanceos y movimientos suaves en general pueden ser beneficiosos. Así como los objetos que vibran, las vibraciones harán que el bebé se relaje sí o sí. Una posición que puede funcionar para tranquilizarle es, ponerle boca abajo con la cabeza apoyada en tu brazo, con cuidado y sin apretarle la tripa, mecerle muy despacito. Prueba con caricias suaves en la zona del abdomen. Incluso un masaje en su espalda puede ayudar bastante.
Complementa estos movimientos poniéndole toallas templadas en su abdomen. Y no te olvides del calor humano: sentirse cerca de la madre o el padre siempre les reconforta, el calor, además, es bueno para este tipo de dolencias.
Cuanto más tiempo pase en posición vertical mejor, así podrá expulsar los gases con más facilidad.
Un baño templado: Eso relaja a cualquiera 😉
Crea un buen ambiente con música/ruidos o silencio: Música relajante, música que escuchabas en el embarazo, prueba con la música que creas que vaya a funcionar. Como ya hemos hablado en otras publicaciones anteriores, la música es de los mejores estímulos que existen. Como cada niño reacciona diferente, es posible que el tuyo prefiera el silencio y la oscuridad, prueba hasta que des con lo acertado.
Cambia de aires. A lo mejor tu bebé está cansado de estar en casa todo el día, prueba a sacarlo a la calle, que vea y huela cosas nuevas.
Reduce sus gases. ¿Cómo? Si tu bebé está tomando leche del pecho, no dejes que haya algún tipo de hueco, es decir, tanto el pezón como la aureola deben estar dentro de la boca mientras toma. Si toma biberón, haz un descanso cuando lleve la mitad. Además, intenta que no haya aire en la tetina cuando esté tomando leche, para que siempre haya leche en ella sólo tienes que colocar el biberón lo más vertical que puedas.
Consulta con el pediatra. Cuando comiencen los cólicos debes acudir al pediatra para descartar algún tipo de intolerancia. Si el bebé está tomando leche materna, es posible que la madre tenga que cambiar algunos aspectos de su dieta. Es importante no darle medicamentos o productos fuera de la leche que te ha recomendado el pediatra (si es que no toma leche materna o la combina). Siempre hay que consultar cualquier cambio que quieras hacer.
Si después de realizar estos consejos (consultar con el pediatra, realizar masajes, baños, música, balanceos, tenerlo contigo todo el rato para darle calor, etc…) no funciona, sólo será cuestión de tiempo. Cuando tenga 4 meses todo se habrá acabado, así que llénate de paciencia y no te angusties. Lo más normal es que sea un cólico, ya que es un cuadro médico muy habitual, y suele desaparecer por sí solo. ¡ÁNIMO!
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